Reseña: “Pétalos al viento” de V.C. Andrews.

Título Original: Petals on the Wind
Autor: V.C. Andrews
Editorial: Debolsillo
Páginas: 552
ISBN: 978-607-312-469-0
Saga/Trilogía: (Dollanganger #2)
Género: Contemporánea
Precio: 8,59 €

 

Una década después de que los hermanos Dollanganger escaparían del cautiverio al que los condenaran su madre y su abuela, regresa a ellos la sombra de Foxworth Hall. En su intento por dejar el pasado atrás, descubren que ciertos secretos no se pueden borrar. Christopher y Cathy tendrán que enfrentar los sentimientos prohibidos que desarrollaron durante su encierro. Cuando la tragedia vuelve a trastocar la existencia de los Dollanganger, Cathy vuelve a la mansión para enfrentar a los fantasmas del pasado.

       

Si en el primer libro nos encontrábamos con el sufrimiento, la angustia, el despertar de la sexualidad, el cariño, el desamparo, la desilusión, pero con un eje de esperanza, en este tenemos venganza, odio, superación, sensualidad, sexo, amor, sufrimiento y un pasado que persigue a los muñecos de Dresde allá donde vayan. Las calamidades, la muerte de nuevo, parece asolar sus jóvenes vidas y no les deja respiro alguno de vivir con la dicha de la felicidad que tanto ansiaban cuando estaban encerrados en el lúgubre ático de Foxworth Hall.

En Pétalos al viento asistimos a un cambio radical en Cathy, convertida en una brillante y exitosa bailarina: ya no es la joven e ingenua niña de 12 años que viviera encerrada; la madre postiza de sus pequeños hermanos gemelos; la pecadora y engendro del diablo que tanto le recordaba su cruel abuela; aunque sigue atraída por su hermano mayor, ahora en camino de ser un buen médico, cayendo así a las garras del pecado. La bailarina de Dresde es casi una viva estampa de su madre, no tanto físicamente, sino también en perversidad y sed de malicia: los fantasmas del pasado la persiguen y ella no pensará en otra cosa que en vengarse de su progenitora.

Cathy se convierte en una mujer despiadada y manipuladora con los hombres, como su madre, no en vano, hasta 3 hombres caerán rendidos a sus pies de bailarina, además de Chris, que sigue convencido que jamás podría estar con otra mujer distinta a su hermana. Los hermanos siguen pecando, fuertemente atraídos, algo que no les parece importar en ocasiones si ellos implica ser felices y formar la familia que tanto anhelan. Los distintos hombres que aman a la bella bailarina, Paul, Julian y Bart, lo hacen cada uno a su manera. Con todos sufrirá lo que no está escrito, y en Chris; el guapo, educado y correcto Chris, parece que siempre encuentra la salvación. En definitivo, Abril no estaba hecho para Septiembre.

“Te amo tanto que a veces no sé qué hacer. Di pudiese hacerte mía sólo una vez. Tú no sentirías dolor; sólo alegría.”

Puntuación:

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